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Alfonso Romo, además de ser el flamante jefe de la Oficina de la Presidencia en esta llamada cuarta transformación, es también, desde ayer, el jefe del Gabinete de Inversión y Desarrollo Económico, que acaba de crear ni más ni menos que el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su desesperación de cómo está el país, entre otros rubros, en el económico y lo vistió de alegría y optimismo para presentárselo a los empresarios.

De lo que se trata es precisamente de eso: de que estos funcionarios de la llamada cuarta transformación entre los que destaca por supuesto, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, “coloquen la zanahoria”, (¡perdón!), incentiven a la clase empresarial de nuestro país para que inviertan, porque luego del crecimiento cero que México registró, cualquiera se desalienta.

Sin embargo, el señor Romo Garza informó que será a finales de febrero cuando esta nueva y flamante oficina presente el Plan de Infraestructura que tiene que ver con el capítulo energético, que en esta administración, se puede apreciar sin ser especialista en el tema, que está en la calle gracias, -obvio-, a los buenos oficios del director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, cuyo único mérito para estar al frente de la paraestatal, -hay que recordarlo-, es ser paisano y compadre del presidente. ¡Qué tal!

Muy emocionado, el también empresario aceptó su nueva encomienda, dispuestísimo a alinearse a los lineamientos presidenciales y respecto a que la Iniciativa Privada se contagie de ese buen ánimo para invertir en México, bueno, pues eso está en veremos. No obstante, Romo Garza, emulando al cantante José José, dice que lo pasado ya pasó y para nada importan los desaires que hayan hecho antes precisamente, los hombres del dinero.

“El mandato es muy sencillo, hay que mover el elefante y todos necesitamos mover este barco,… tenemos que dar certidumbre no solo legal, sino también normativa y si hay que cambiar algo, lo hagamos por la vía de la negociación y tratar de llegar por consensos”, declaró el jefe de la Oficina de la presidencia en el más escuchado noticiero radiofónico vespertino. Esto, no deja de llamar la atención porque curiosamente, de todo eso es de lo que carecen los funcionarios de la actual gestión.

El ejemplo más cercano y palpable es el del tan llevado y traído Instituto Nacional para el Bienestar, (INSABI), que no tiene la más mínima certidumbre legal; menos tiene la más mínima normatividad, todo es improvisación, errores y absoluta ceguera por parte del Ejecutivo.

¿Mover al elefante?, ¿podrá Alfonso Romo? Habría que recomendarles al presidente y a sus funcionarios que se pongan de acuerdo. Justo cuando el tabasqueño cumplió 10 meses de su gestión, evaluó que en México, “vamos bien” y añadió que la administración federal era un “elefante reumático” que “ya se paró y está empezando a caminar”. Antes, hace casi un año, a dos meses de haber asumido la presidencia, López Obrador dijo que costaba mucho trabajo empujar al “elefante reumático”. Por lo visto, les sigue costando demasiado trabajo.

Se supone que en la reunión del Ejecutivo con su gabinete económico, el primero hizo el compromiso de acabar con la burocracia, sin embargo, esta llamada cuarta transformación ha conformado otra en la que participan fieles seguidores del tabasqueño, que no tienen mayor formación que haber  “volanteado” en mítines de la larga campaña del hoy presidente.

Por otra parte, Romo Garza, que reconoció que en esta llamada cuarta transformación hay 50 millones de pobres, aseveró que en México no se creció porque “no se dio el crecimiento”, amén de que se bajó el grado de inversión en el país, así como por las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donad Trump con los aranceles si nuestro país no frenaba las caravanas de migrantes centroamericanos, “eso perdió muchas inversiones, no quiero justificar, pero el mundo se paralizó”.

No obstante, Romo tiene un asidero para que en su nueva encomienda salga adelante: la firma del T-MEC, tratado en el que ya estampó su “poderosa” Trump y protocolo al que el presidente envió a su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. El tabasqueño no asistió porque tenía cosas mucho más importantes que hacer.

“Hoy no tenemos excusa para no entusiasmar”, remató emocionado Romo Garza, pero no debería de soslayar que esta es su “prueba de fuego”. Sin embargo, el jefe de la Oficina de la Presidencia, debería reparar en un pequeño detalle, un día antes que el Inegi dé a conocer el crecimiento económico que tuvo México el año pasado, el Consejo Coordinador Empresarial que encabeza Carlos Salazar Lomelín, pronosticó que  “lo importante es que no hemos crecido y que eso definitivamente afecta”

MUNICIONES

*** Resulta que tres reos que iban a ser extraditados a Estados Unidos, donde los esperaban con “los brazos abiertos”, se fugaron, ni más ni menos que del Reclusorio Sur. Si, efectivamente, desde donde despacha “el sobrino favorito”, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna. Bueno, pero si el sobrino consentido de la “tía favorita”, la diputada María de los Dolores Padierna, prácticamente les abrió la puerta a integrantes de La Unión Tepito liberando a 30 de ellos, ¿qué no habrá hecho para que Víctor Manuel Félix Beltrán, -hijo del consuegro de el Chapo Guzmán, Luis Fernando Meza Guzmán y Yael Osuna Navarro, así sin más, salieran por la puerta principal de dicho Reclusorio, en obvio contubernio con autoridades de ese penal?, pues eso lo están investigando la flamante Fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, por lo que “el sobrino favorito”, es sujeto de investigación. O sea, está en problemas, así que de un momento a otro, su “tía favorita”, saldrá a defenderlo “con uñas y dientes”. ¿No que muy incólume el juez Delgadillo?

*** El presidente López Obrador, evitó confrontarse con su tan querido y temido amigo Donald Trump “no quiero pleito, no tengo problema de conciencia”. Eso sí, de que el tabasqueño duerme tranquilo, lo hace a “pierna suelta”, pero porque no tiene dimensión de las cosas que pasan en el país. Señaló el Ejecutivo mexicano que las acciones para contener las caravanas de migrantes en la frontera sur de México, son perfectamente legales y precisó: “Nada más (hay que) tener en cuenta que hay elecciones en Estados Unidos, entonces es un tiempo especial. Nuestra relación con Estados Unidos es buena, no queremos pelearnos, miren, amor y paz y aunque nos ‘cuquen’, no nos vamos a enganchar”. No, pues sí.

morcora@gmail.com