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El WTC de la CDMX, el centro de oficinas y convenciones que consolidó Justino Hirschhorn  perdió casi 20% de sus arrendadores; los que aún mantienen sus negocios en el icónico edificio de la colonia Nápoles lo hacen con un descuento de 25% de las rentas, pero muchos buscan descuento de 50% ante la incierta reapertura de actividades comerciales y que lleva a otros trabucos inmobiliarios como Fibra Uno, de Moisés El-Mann, a no cobrar temporalmente y establecer mecanismos temporales de compensación.

Hoy no hay grupo desarrollador de oficinas y centros comerciales que no esté sentado ante sus clientes negociando cómo solventar, primero, la crisis de liquidez y, luego, sortear una crisis de solvencia que desataría con un proceso deflacionario no visto hace 100 años. Los esquema de grupos como Danhos, que dirige Salvador Daniel, así como de Copri a cargo de Alejandro Ballesteros, fueron cobrar entre 1/3 y ½  de las rentas durante los 3 primeros meses de la emergencia sanitaria ante la caída de consumidores; un esquema a revisar entre julio y septiembre de este año, cuando se prevé el mayor descalabro por la pérdida de empleos y mortandad de empresas pequeñas y medianas.

Otros más, como estaría procediendo Liverpool de Max Michel, Grupo México de Germán Larrea, y Sanborns de Carlos Slim, plantean tomar participaciones sobre venta de sus locatarios, asumiendo riesgo en una recuperación incierta para comercio y restaurantes. Vaya, restaurantes afamados como los de Grupo Punta Arena que encabeza Federico Rigoletti, de 36 locales -incluyendo los Tíos y Primos- posiblemente sólo pueda reabrir 18 con 50% de sus mesas disponible.

El inevitable ajuste de los arrendamientos impactará los rendimientos ofrecidos por las FIBRAS a sus inversionistas, contribuyendo así a un proceso deflacionario no menos riesgoso que un inflacionario en recesión.

Segalmex, ratones felices

Pues los ratones se dieron vuelo este viernes en Seguridad Alimentaria Mexicana. Tal y como se adelantó en este espacio, el Grupo Turbofin es perfila cual ganador de la licitación en la compra de equipamiento de medición y análisis de leche para Liconsa. No importa que la oferta de Turbofin, por hasta 558.9 millones de pesos, sea las más cara pues se impone sobre Credifom (416.7 millones de pesos) y Total Leasing (408 millones de pesos). Para eso el ganador tiene como padrinos en Liconsa a Hugo Buentello y Alan Benjamín Torres… y en especial éste último pues gusta presumirse como familiar del director general, Ignacio Ovalle.

La tabletas de Moisés

El viernes le conté acerca de las indagatorias que en México se le sigue a Moisés Cosío Espinosa por el presunto ocultamiento de patrimonio -con la finalidad de evitar el pago de impuestos- que el sólito develó cuando demandó en EU a Credit Suisse y a dos de brokers. Un ángulo que no resulta desconocido para la autoridad hacendaria es de cuando el excéntrico empresarios se ligó con Iñaki González (socio del ex gober jarocho Javier Duarte) y Santiago León Aveleyra para lanzar el sistema de Tablets L1bre que sustituiría los taxímetros, y que resultó un entramado de fraude y engaño para taxistas y viajeros. El programa fue cancelado por ilegal por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum…y por estar involucrados funcionarios de la anterior administración, el antecedente sirvió para ahondar las pesquisas sobre el patrimonio oculto de Cosío Espinosa.

mflores37@yahoo.es

@mfloresarellano