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Con el augurio de que, en 2021 México vivirá «la crisis más fuerte desde 1932», Andrés Manuel López Obrador rinde su segundo informe de gobierno. El presidente más popular de la historia contemporánea dará cuenta de un país colapsado por la crisis financiera y sanitaria generada por la pandemia de Covid-19.

No hay sector en el que el gobierno entregue buenas cuentas, la economía nacional se hundió 18.9% en el segundo trimestre del año, (Inegi); El Covid-19 registra 65 mil muertos (oficialmente), los contagios se acercan a 600 mil y la inseguridad rompió récord de violencia en el primer semestre de 2020 dejó 17 mil 982 asesinatos (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública)

En materia de salud, el panorama es desalentador: la desaparición del seguro popular, el desabasto de medicamentos para niños con cáncer y la falta de insumos para que el personal médico haga frente al COVID-19, exhiben al gobierno de Morena, que presume de “ser el mejor” en el peor momento. ¡Ajá!

López Obrador se dirigirá al país en medio de cifras difíciles de maquillar. A los más de 1.2 millones de desempleos formales se le suman hasta una docena de millones más en el sector informal, de acuerdo con especialistas.

Las propuestas de los empresarios no encuentran eco en el gobierno de la #4T, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) estima que hay 500 mil empresas formales en México en riesgo de desaparecer en los próximos meses debido a la crisis por la pandemia de Covid-19 y se concentran en el comercio al mayoreo, al menudeo, el turismo, la manufactura, automotriz, autopartes, construcción, servicios e industrias culturales.

Sin embargo, los megaproyectos del gobierno de López obrador: la construcción del nuevo Aeropuerto Felipe Ángeles; la refinería en Dos Bocas, Tabasco, el Tren Maya y las obras del Istmo de Tehuantepec, avanzan dejando una estela de capricho y corrupción, amigos y compadres son los beneficiarios de la obra pública.

El Presidente justificó que su gobierno dé contratos por adjudicación directa, argumentó que con eso no se permite la corrupción. ¡Ajá! Como estarán las cosas que, en el caso de la Nueva Refinería en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, la Auditoría Superior de la Federación fiscalizará de manera adelantada el proyecto.

Y qué tal la rifa del avión que no se entregará como premio. Otra incongruencia. Pero como está en campaña, López Obrador retomó su promesa de deshacerse de la nave presidencial, “José María Morelos y Pavón” vía la Lotería Nacional porque no la ha podido vender. Para ello obligó a los empresarios y trabajadores al servicio del Estado a comprar cachitos de lotería.

La videopolítica regresó con nuevos protagonistas. La sensación del momento son las confesiones del “colaborador”, Emilio Lozoya Austín, que involucra a personajes ligados al panismo y Pío López Obrador, hermano del mandatario, recibiendo fajos de billetes para el “movimiento” y “el licenciado”. Una perla negra para quien prometió combatir la corrupción.

¡Viva el show mediático! Es la constante del gobierno de la #4Transformación. Desde el púlpito de las mañaneras López Obrador impulsa consultas púbicas y otros disparates. La autocrítica no existe. Se impone el: “Tengan para que aprendan”, aunque diga que su “fuerte no es la venganza”.

Una vez más, en el segundo informe de gobierno, tratará de suplir la falta de resultados con el clásico contraste con el pasado, al que califica de negativo y corrupto. No habrá un mea culpa, ni aceptará errores. Él tiene “otros datos”, dirá que la crisis económica, sanitaria social y de inseguridad que agobia al país, es el resultado del periodo neoliberal.

Otro intento por descalificar a la oposición y amedrentar a empresarios, políticos, académicos y periodistas, coartando la libertad de expresión, en tiempos electorales. Tal como se aprecia, la rendición de cuentas es una utopía en los tiempos de la #4T.

Vericuentos

¿Consulta o distractor?

Los legisladores de Morena se alinean. Ricardo Monreal, coordinador en el Senado, confirmó que su bancada impulsará la realización de una consulta para llevar a juicio a los ex presidentes del país. Reveló que sería en agosto y no en julio del 2021 para no intervenir con las elecciones del próximo año. Monreal consideró que, siendo la consulta un instrumento de legitimación para la toma de decisiones, bastaría con que la Fiscalía General de la República vincule a proceso a los ex mandatarios con los elementos que existen. Al respecto, el coordinador de los diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, advirtió que esta consulta afectaría la presunción de inocencia, además de que violentaría el debido proceso. ¡Sopas!

Balance Legislativo

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión clausuró sus trabajos en medio de reclamos de legisladores de oposición. Diputados y senadores lograron aprobar apenas el 25 por ciento de las más de dos mil puntos de acuerdo presentados.

@guillegomora