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En las últimas semanas los analistas se han tornado más pesimistas en torno a la economía mexicana.

Sin ponderar aún en sus pronósticos los impactos de la invasión de Rusia a Ucrania que aún resultan impredecibles, queda claro que hay cambios importantes en las expectativas de crecimiento para este año.

A finales de 2021 se estimaba que el PIB para 2022 crecería 2.9 por ciento, pero ese pronóstico ha caído significativamente a solo 2 por ciento, según la encuesta de febrero de Banxico entre analistas privados.

El más optimista cree que el PIB crecerá 2.6 por ciento y el más pesimista solo 1.1 por ciento, de acuerdo a la muestra que de manera periódica levanta el instituto central que tiene como gobernadora a Victoria Rodríguez Ceja.

El pesimismo por parte del mercado sobre el crecimiento futuro de México se explica por un ambiente poco favorable a la inversión privada que en su momento ha expuesto el subgobernador del banco central Jonathan Heath, y que podría acentuarse a decir de los analistas ante una eventual aprobación de la Reforma Eléctrica.

Para los especialistas de DIAL Dun & Bradstreet nuestro país ha regresado a una etapa de crecimiento inercial que hará más difícil recuperar lo perdido por la pandemia, de ahí que espera un crecimiento de solo 2.1 por ciento para 2023 y 2024, muy lejos del 5 por ciento prometido por el gobierno.

De cumplirse la expectativa que le comento estaríamos ante un gran problema,  ya que según esa firma el promedio de crecimiento del sexenio de Andrés Manuel López Obrador sería de apenas 0.4 por ciento anual, es decir tendríamos un desempeño similar al de Miguel de la Madrid cuando la economía sólo creció 0.2 por ciento anual (1983-1988).

Pero como le digo, los estimados tanto del gobierno como de los analistas del sector privado todavía no incorporaron los efectos de un conflicto bélico donde la respuesta de los países que apoyan a Ucrania han sido una serie de sanciones financieras y comerciales a Rusia de gran calado, como el hecho que Estados Unidos y el Reino Unido dejarán de comprar petróleo ruso, pero donde todavía falta la respuesta de Vladimir Putin que se conocerá esta semana.

Como sea, la 4T ya debería estar pensando en un plan para reanimar la economía y recuperar la confianza de los empresarios donde tendría que dejar a un lado iniciativas como la Reforma Eléctrica que serían una estocada a un sexenio que ya pinta como perdido en materia de crecimiento.

La ruta del dinero

Para abonar al pesimismo que ha invadido a los mercados desde que inició 2022, el precio del petróleo sigue su escalada alcista y corredurías como JP Morgan y Bank of America ya mencionan precios del petróleo que pueden tocar los 200 dólares bajo el supuesto que Rusia suspenda buena parte de sus exportaciones de petróleo y gas natural a Europa. Por lo pronto, el Brent cerró  ayer en 129 dólares, mientras que el West Texas quedó en 124 dólares. La mala noticia para México es que el haber desdeñado la Reforma Energética de la pasada administración no permite que Pemex de Octavio Romero Oropeza pueda aprovechar esta racha de buenos precios del crudo que mucho ayudaría a compensar la importación de gasolinas más caras.