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Tras verse involucrado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en la trama criminal que mantiene encarcelado en Nueva York a Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública durante el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa y de ser exhibido por el presidente Andrés Manuel López Obrador como uno de los principales factureros del país, Juan José Arellano Hernández líder de Grupo ARHE encontró en la 4T el mejor entorno para sus actividades empresariales, las mismas que antes eran cuestionadas y perseguidas.

Atrás quedaron los tiempos que llevaron a la UIF a bloquear las cuentas de personas físicas y morales vinculadas a ARHE luego de reunir un voluminoso expediente signado bajo el Acuerdo 72/2016. Ahora, en un municipio y estado gobernado por Morena, el empresario originario de Mazatlán, Sinaloa ha relanzado inversiones, entre 2018 y 2022, por unos 6 mmdp, sin levantar sospecha alguna.

Aunque fueron años complicados para los Arellano Hernández, quienes contrataron al abogado Juan Velázquez para descongelar sus cuentas con recursos que la autoridad presumía, según los documentos oficiales, provenían de una compleja red de accionistas, representantes legales, domicilios y triangulaciones injustificadas de recursos, con movimiento de cientos de millones de pesos en efectivo y cuentas de dinero golondrino, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador movió las piezas a su favor y los señalados hermanos pronto vieron la luz.

Después de las elecciones de 2018, el 4 de junio, el nuevo titular de la UIF, Orlando Suárez López desbloqueó las cuentas de los hermanos Arellano Hernández junto con un paquete de 398 cuentas que habían sido bloqueadas en 2016 a otras empresas. En esa operación, conocida como Operación Hermes, fueron desbloqueadas en total 722 cuentas ligadas entre otros grupos criminales al Cártel de Sinaloa.

Con Santiago Nieto como titular de la UIF, en la gestión de Andrés Manuel López Obrador, el desbloqueo de cuentas fue denunciado y Suárez López ex titular de la UIF fue citado a comparecer ante la Función Pública. Mientras que los hermanos Arellano contrataron firmas de auditores para defender las operaciones de las empresas señaladas y la decisión de la UIF.

Hoy los hermanos Arellano aprovechan el clima de negocios que les brinda la 4T y llevan a cabo proyectos como la expansión de la franquicia de Grupo Alamo, el exclusivo hotel boutique en la zona de Cerritos, la Torre M en Mazatlán, la Torre M en Culiacán, la Torre Bucks en Mazatlán y su más reciente plan de inversión: la Torre Stelarhe.

La ruta del dinero

Nada que el conflicto entre Rafael Zaga Tawil y los hermanos Max, André y Moisés El Mann Arazi de Fibra UNO (FUNO) cada vez se complica más. Zaga acusa que Max presume que hubo presiones para que el Magistrado Francisco José Huber Olea Contró, integrante de una Sala Civil del Poder Judicial de la CDMX levantará de forma ilegal un embargo en contra de los El Mann, incluso cuando había una suspensión definitiva a través de un amparo. También afirman que aunque no estuviera en sus facultades, el magistrado Olea  revocó las medidas cautelares que tenían los hermanos André y Moisés El Mann Arazi que consistían en el embargo de propiedades y congelamiento de cuentas por mil millones de pesos para cada uno, además de la suspensión de sus derechos corporativos y patrimoniales que sean de la titularidad de ambos en dicha fibra. Zaga Tawil acusa además que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de Jesús de la Fuente Rodríguez, simplemente no ha hecho nada en contra de la fibra debido a la recurrente falsedad de información divulgada en los Eventos Relevantes de FUNO en la BMV y señalan que ha faltado información clara al público inversionista desde que ese fideicomiso entregó al gobierno federal un cheque por 2 mil millones de pesos que se presentó en febr0ro de 2020 en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador donde se habló de reparación del daño por corrupción.