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Al momento de escribir estas líneas, la atención estaba centrada en el anunció que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, respecto a que se haría la prueba del Covid-19, a horas de su visita a Estados Unidos, para apoyar, (¡perdón!), reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ese a quien nunca el tabasqueño pondrá en su lugar; más bien es al revés.

Se supone que la prueba estaría lista inmediatamente, por tratarse del jefe del Ejecutivo, que una y otra vez dice que no tiene síntomas, con lo que se le olvida que hay un sector importante de la población que se caracterizan por ser asintomáticos. Al parecer, pisando suelo estadunidense, el tabasqueño tendría que sujetarse al protocolo que dicta ese país, por lo que, por cierto, tampoco resulta suficiente el llamado que hiciera el mandatario mexicano para que los paisanos en aquel país, no se reúnan en los lugares que visitará en Estados Unidos, como por ejemplo cuando coloque una ofrenda a Abraham Lincoln.

Lo anterior resulta especialmente interesante porque por lo visto, López Obrador visita tierras norteamericanas para, de pasadita, medir cómo está su popularidad por allá. Porque si bien hay mexicanos que son seguidores del de Macuspana, existe otro porcentaje que ya cayó en el desencanto y podría verse alguna manifestación de rechazo, como otras que se han visto en nuestro país. ¿Será?

Por su parte, Donald Trump se ocupó en enviar su propio mensaje la víspera de esta reunión y difundió fotografías en las que visita partes donde ha erigido su poderoso y gran muro fronterizo, sabedor que aquí en México, la llamada cuarta transformación le sigue haciendo la chamba de tener un muro de carne y hueso en la frontera sur de nuestro país.

Muy breve será la visita de López Obrador al vecino país del norte, pero a lo mejor, provista de una que otra sorpresa. No en balde, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, de manera muy elegante y diplomática, eso sí, mandó “por un tubo” tanto a Trump como al presidente mexicano. O sea, el canadiense “se cuece aparte”.

Asimismo, para el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, la visita oficial del Presidente de la República a territorio de los Estados Unidos, no requiere la autorización del Senado.

A través de un mensaje emitido en redes sociales, el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara Alta, puntualizó que el mandatario saldrá menos de dos días, mientras que la autorización formal se solicita cuando el jefe del ejecutivo federal se ausenta del territorio nacional por más de siete días.

Agregó que basta con que el Presidente, a través de la Secretaría de Gobernación o la de Relaciones Exteriores, señale el objeto de su visita y se dé por enterado al Senado de la República o, en su caso, a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

MUNICIONES

*** ¡Vaya!, poder de convocatoria que tiene la jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y su secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez. En este espacio se consignó en anterior entrega que a la jefe de Gobierno se le había “hecho bolas el engrudo” en la apertura del Centro Histórico, más aún, cuando su subalterna anunció la medida, que parece más bien una ocurrencia más de que quienes accesarán al corazón de la capital de la República, lo hicieran de forma escalonada conforme a la primera letra del apellido paterno. Pues malas noticias para ambas funcionarias porque ayer lunes, no pasó nada, es decir, la gente se desbordó en el Centro Histórico de la CDMX y en ningún momento tomaron en cuenta la sugerencia que hiciera el gobierno capitalino y que fue objeto de burlas no solo por las “benditas redes”. Ahora nada más falta, -como dicen algunos-, que el acceso al Centro se haga conforme a los aficionados de los diferentes equipos de futbol, empezando por los que le vayan al Américo y luego, la porra del Guadalajara. ¡Qué tal!

*** Y luego por qué se enoja el presidente López Obrador con el Instituto Nacional Electoral y les hace llamados a que sean austeros y que no gasten tanto. Sin duda muy bien ha hecho el INE, que encabeza el doctor Lorenzo Córdova en no alinearse a los deseos del delirante jefe del Ejecutivo, que por cierto, sigue insistiendo en que él será garante de la limpieza del proceso electoral del 2021, ¡sí, cómo no! Resulta que el pasado 12 de junio, Morena denunció al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro así como al senador por Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, por supuesto uso indebido de recursos públicos; promoción personalizada; adquisición de tiempos para difundir propaganda política en medios de comunicación con contenido de violencia política, infamia y calumnia, así como la publicación de una carta en su cuenta de twitter que, a juicio de los morenistas,  tenía como objetivo desacreditarlos y posicionar indebidamente a Movimiento Ciudadano frente al electorado. Pues menudo revés recibió el partido en el poder, ya que la Comisión de Quejas y Denuncias del INE,  por votación unánime de las Consejeras Claudia Zavala y Adriana Favela, así como del Consejero Jaime Rivera, se declaró improcedente la adopción de medidas cautelares ya que, a partir de un análisis preliminar determinaron que no existen elementos para estimar que se está en presencia de promoción personalizada del gobernador de Jalisco. Obvio, la jugada que intentaron los de Morena fue “línea” proveniente directamente ni más ni menos que de Palacio Nacional.

*** El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, sigue haciendo de las suyas y no solo en dicha entidad, se dice que no tarda en verse envuelto en serios problemas. Resulta que la alcaldesa de Tecate, Zulema Adams, se apersonó en la Fiscalía General de la República para presentar una denuncia por hostigamiento no solo por parte del mandatario estatal; también del secretario de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano. Diputadas como Martha Patricia Ramírez, Lorena Villavicencio así como la senadora Alejandra León, le manifestaron por diversas vías todo su apoyo a la alcaldesa. Y eso que el gobernador Bonilla dice ser orgulloso miembro de Morena, que tal que no lo fuera.

morcora@gmail.com