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La palabra clave es: responsabilidad. Sí, todos tenemos la responsabilidad de cuidar el agua con acciones tan sencillas como poner una cubeta en nuestra regadera o reparar las fugas, señala la Coparnex.

Indica que el gobierno, en sus tres niveles, debe gestionar, administrar y fiscalizar de forma eficiente los recursos hídricos disponibles, debe inyectarle presupuesto a la construcción y mantenimiento de la infraestructura hidráulica. 

Hoy son pocos los políticos que apuestan por invertir en tubería porque, a decir de algunos, son obras que no se ven como sí puede ser un puente o una escuela. También es necesario desde el sector empresarial entrarle con responsabilidad al tratamiento de las descargas, para luego aprovechar éstas en el reúso, incluso como fuente de abasto a las redes, atendiendo así la creciente demanda en todo el país. 

La responsabilidad es el primer paso para tener acciones que permitan que la agricultura y la industria continúen siendo motores del crecimiento económico y del desarrollo social, y que el servicio público urbano sea mucho más eficiente, para que se mantenga el desarrollo sostenible de una sociedad cada vez más urbanizada; solo así podrá ser una realidad garantizar el derecho humano al agua. Más que con reformas legales o constitucionales, es con responsabilidad y con las pequeñas acciones que todos hagamos cómo se logrará superar esta crisis que hoy pone en riesgo nuestra supervivencia.