¿Vamos bien? ¿Viene lo mejor?

¡Ya enloqueció!

Es cierto. Como él mismo repite a cada rato, el poder vuelve tontos a los listos, y locos a los pendejos. Es su caso. ¡Está desquiciado! ¡Perdió la chaveta! ¿Razón? No. Esa no. Tiene ya tiempo que no la ha tenido. Poner “en pausa” las relaciones con los embajadores de...